jueves, 3 de enero de 2013

Mis 10 buenos propósitos informáticos para el nuevo año

Mis 10 buenos propósitos informáticos para el nuevo año: Con el nuevo año, llega el momento de hacer la tradicional lista de buenos propósitos. Los clásicos ya los conocemos: comer más sano, hacer más ejercicio físico, leer más libros, aprender un idioma, dejar de fumar, etcétera. Típico.

Pero los buenos propósitos también pueden ser informáticos. Me ha bastado echar un vistazo a mi PC para comprobar que la situación es desastrosa: archivos desordenados, correos sin clasificar, claves repetidas...

Este año me he propuesto reformar mi vida informática. Voy a compartir contigo mis 10 propósitos informáticos y las acciones que pienso emprender para llevarlos a cabo con éxito. Quizá los tuyos sean similares.

1. Usar un gestor de contraseñas

Cada semana me conecto a un promedio de doce servicios distintos, y cada uno requiere una contraseña diferente. Las que uso son seguras, pero tiendo a repetirlas cuando se trata de servicios poco importantes.

Y es que usar una sola contraseña es arriesgado. Al repetir claves, con que solo uno de los servicios que uso sea comprometido, el resto se volvería vulnerable de inmediato. Y todo por simple pereza.

Para evitar este problema, voy a usar sistemáticamente un gestor de contraseñas. He elegido Dashlane por lo eficiente y moderno que es, y porque está disponible tanto para Windows como para móviles.

2. Organizar mi correo electrónico

Uso dos aplicaciones de correo: Outlook en el trabajo y GMail en casa. En ambos casos, recurro a una sola bandeja, la de entrada, y gestiono los correos sobre la marcha: este lo borro, este lo guardo, este lo marco, etcétera.

Pero llegará el día en que no podré contar ya con la fuerza bruta de mi cerebro para procesar toda la información entrante. Para no desbordarme, la solución es tan sencilla como fácil de aplicar: usar etiquetas y filtros.

Las etiquetas me ayudarán a ver más rápidamente de dónde viene un correo y sobre qué trata, mientras que los filtros harán que la tarea de etiquetar los correos sea en gran parte automática. Y además, ¡los podré anidar!

3. Dejar de saltar de nube en nube

Poder elegir es maravilloso. Hasta que te das cuenta de que revoloteas constantemente entre cuatro o cinco nubes distintas, y que ya no recuerdas dónde tienes las fotos del móvil y ese documento de trabajo tan importante.

Este año quiero elegir en qué nube quedarme. Las más atractivas son Google Drive, DropBox y SkyDrive. Tienen características similares y ventajas únicas, lo que dificulta decantarse por una u otra. Si no tomo una decisión, me volveré loco.

Aunque hay una carta más que puedo jugar: automatizar la copia de archivos entre las nubes mediante IFTTT, una webapp que permite "conectar" servicios en línea mediante reglas sencillas. Y así lo tendré todo en todos los sitios.

4. Acabar los juegos que tengo antes de comprar otros

En mi cuenta de Steam se acumulan más juegos de los que puedo acabar. Y no porque me gaste una fortuna en ellos, todo lo contrario: entre Humble Bundles, ofertas especiales, saldos y promociones, la lista se llena casi gratis.

El resultado es que la cantidad de juegos que pruebo y abandono es muy alta. Los juegos que me enganchan son pocos, y los demás siguen en la biblioteca, deseosos de que les dé una segunda oportunidad. Me hacen sentir culpable.

Lo primero que haré será cerrar el grifo de los juegos. No voy a comprar más hasta que esté seguro de que no haya terminado mis favoritos. Bueno, quizá GTA V será la excepción, pero... ¡Ni uno más!

5. Configurar mejor la privacidad y los contactos en Facebook

Mi Facebook está blindado. Quizá demasiado: hay gente que dice no poder encontrarme. Y otros solo se enteran de mis fotos cuando etiqueto a otras personas sin marcar la casilla "no mostrar a los amigos de la gente etiquetada".

Pegarle un repaso a mis opciones de privacidad será rápido. Lo complicado, por otro lado, será crear listas de contactos e intereses. Sí, voy a tener que clasificar a mis amigos en listas, como si fuesen útiles de cocina.

Si llegara a darme por vencido, supongo que me pasaría de una vez por todas a Google+. Pero eso daría para otro propósito diferente, puesto que mi uso de la red social de Google sigue siendo muy limitado.

6. Aprender a programar en serio

Y digo "en serio" porque los rudimentos de la programación los tengo, pero nunca he dedicado tiempo a aprender un lenguaje de programación de forma sistemática. Hago mis pinillos, pero poco más.

El motivo por el que quiero aprender a programar es doble: quiero crear mis propias aplicaciones para Android y, si los necesitara, me gustaría programar pequeños scripts para automatizar tareas frecuentes.

Por suerte, recursos de aprendizaje en línea no faltan: ahí están Codeacademy, Coursera y Programr, entre otros. Y es que si una cosa tengo clara, es que lo próximo que aprenda será a través de una aula virtual.

7. Dominar del todo un programa difícil

Por trabajo y por placer he probado miles de programas. Literalmente. Pero de los más importantes, los que domino son pocos. Por "dominar" me refiero a ser un maestro de los mismos. A ser un experto cualificado, con certificado, diploma y medallita.

Tomemos, por ejemplo, a Photoshop. Sé defenderme con él, pero todavía hay cosas que se me resisten, como las herramientas de dibujo vectoriales y el uso correcto de las máscaras. Con Photoshop, en resumen, soy más pintor que ilustrador.

Elegiré pues uno de los 10 programas más difíciles que existen y me propondré dominar uno de ellos. Estoy seguro de que, a pesar de la dureza del proceso, el resultado será muy útil y gratificante. Por cierto, ¿cuál me recomiendas?

8. Usar por fin una aplicación de fitness / ejercicio físico

Soy adicto a los datos. Me gusta saber cuántas palabras he escrito, cuántas calorías he gastado y en cuántos sitios he comido sushi (por decir una comida que me gusta). Gracias a las apps móviles, recoger toda clase de hechos triviales es fácil.

Hay un dato que se me resiste: saber cuántos kilómetros he recorrido caminando, yendo en bici o corriendo por la calle. Estoy seguro de que si recogiese y analizase esas cifras, mi motivación para correr aumentaría.

Por suerte, aplicaciones para deportistas no faltan: RunKeeper, Endomondo y Runtastic son excelentes y se actualizan con frecuencia. Ya no tendré excusa a la hora de hacer ejercicio. Y para algo más fantasioso, Zombies, Run!

9. Dejar de usar la carpeta "Cosas" para almacenar archivos desordenados

Uno de los síntomas de pereza informática es tener el Escritorio repleto de iconos. El mío está impoluto. Pero hay truco: tengo todos los archivos metidos dentro de una carpeta llamada "Cosas". Sí, como lo oyes.

En la carpeta "Cosas" guardo de todo: fotos sueltas, documentos en los que he estado trabajando, descargas recientes... Y cuando se ha llenado demasiado, creo una subcarpeta llamada "Cosas Viejas" y muevo allí los archivos. Y así una y otra vez.

Tengo tres posibles soluciones ante mí. La primera y más dura es disciplinarme. La segunda consiste en usar un buscador instantáneo tipo Launchy. La tercera, usar utilidades como Digital Janitor o Picasa para organizar los archivos fácilmente.

10. Enseñar por fin a mis padres a valerse por sí mismos (con el PC)

Ligar con apuestas señoritas no forma parte del entrenamientoMis padres aprendieron tarde a usar el PC. Saben hacer todo lo básico: navegar, recibir y enviar correos, jugar al solitario y al buscaminas... Gracias a mi insistencia, no necesitan ningún programa tipo Eldy. Menos mal.

Pero me gustaría que supieran hacer más cosas, como desinstalar programas, discriminar entre una alerta de virus y una falsa alarma o cómo recuperar archivos borrados. Normalmente, todo eso requiere una llamada y mucho tiempo perdido.

Soy consciente de que ir más allá de lo elemental requiere curiosidad y motivación. La mejor opción, creo, consistirá en enseñarles pautas básicas para resolver cualquier problema informático y dejar de contestar sus peticiones de ayuda.

¿Cuáles son tus propósitos informáticos de año nuevo?

Cómo pasar de vídeo a GIF animado de forma sencilla

Cómo pasar de vídeo a GIF animado de forma sencilla:
Durante el año pasado han sido varias las ocasiones en las que en puro ataque de procrastinación me he visto buscando algún servicio o utilidad que convirtiera vídeo a GIF animado. He perdido minutos y minutos y finalmente me he desanimado y he decidido que era mucho mejor ponerme con mis tareas y trabajar un poco.
Video Gif
Desafortunadamente, he encontrado una aplicación Windows que puede realizar el trabajo, y además lo hace de forma sencilla y rápida. Se trata de Video To GIF Converter, una utilidad de Freemore Software que nos permite realizarlo de manera sencilla y gratuita, a través de una aplicación Windows de la que os hablo a continuación.
Lo primero es descargarla, algo totalmente indoloro y además rápido ya que apenas ocupa 5.4 megabytes. Una vez instalada nos encontramos con una sencilla interfaz que se divide en dos partes: Una botonera superior con varias opciones y una ventana con el resumen de operaciones.
Los botones se refieren a Input o fichero de entrada, Start, que debemos utilizar para iniciar las operaciones de convertido, y tres opciones adicionales para detener, pausar o reanudar la conversión. Utilizando la opción de entrada accedemos a un diálogo donde podemos seleccionar el vídeo de entrada, que siempre debe ser un fichero offline -tal vez ese es el punto débil de la aplicación- y que puede estar en los siguientes formatos y contenedores:
  • AVI
  • MP4
  • FMEG
  • FLV (YouTube)
  • MOV
  • 3GP
Lo siguiente es elegir las opciones del GIF o imagen animada resultante. El diálogo nos permite ajustar el framerate, con la posibilidad de conservar el ritmo original, y también cortar un cacho del vídeo, en caso de que sólo queramos quedarnos con una escena o fragmento. Un selector deslizante nos permite hacerlo de forma cómoda y sencilla antes de pulsar el botón de OK.
Por último hemos de pulsar el botón de inicio y ver cómo se convierte el vídeo. El fichero resultante será, dependiendo de la calidad seleccionada, igual al vídeo pero en formato de imagen animada GIF. Ya podemos embeberla en nuestro sitio web o enviarla vía Twitter o Facebook con el objetivo de crear la meme del momento.
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miércoles, 2 de enero de 2013

HDDScan, análisis en profundidad de tus discos duros

HDDScan, análisis en profundidad de tus discos duros:
Uno de los consejos que os daba para empezar el año con buen pié era el de respaldar vuestros datos, hacer un backup que asegurara que los contenidos importantes de nuestro ordenador estuvieran además en un lugar seguro en caso de que uno de nuestros discos duros fallara. ¿Habéis hecho ya la copia de seguridad? Supongo que sí. Independientemente de ello, como más vale prevenir que curar, quiero empezar 2013 aconsejándoos que reviséis la salud de vuestros discos duros, algo que se puede hacer con HDDScan.
HDDScan
Se trata de una utilidad que descubro gracias a ghacks que nos permite analizar de forma intensiva nuestros discos duros de cara a ver si su salud es buena. Unas pruebas de rendimiento que someten nuestros discos duros a pruebas de estrés de lectura, escritura y acceso que bien valen unos minutos para averiguar si deberíamos o no pensar en sustituirlos. La aplicación va más allá, sin embargo.
Para empezar tenemos la opción de análisis, en la que se nos muestran opciones relativas a pruebas de superficie, algo que no siempre está disponible en este tipo de utilidades y que revisará la integridad física de las unidades a través de diversas pruebas de datos. La idea es seleccionar una de las unidades y comprobar si las escrituras, lecturas y operaciones de verificación se completan sin fallos.
Dependiendo de la velocidad de acceso a los diferentes bloques podremos comprobar si todo va bien o no. El código de color va desde blanco, con accesos de menos de 5 milisegundos, hasta rojo, bloques en los que se ha tardado hasta más de medio segundo en acceder. El azul oscuro queda reservado a los sectores defectuosos en los que es imposible leer o escribir.
HDDScan es compatible con la tenología SMART, que lleva varios años entre nosotros y que a día de hoy está muy extendida. A través de ella accedemos a datos relevantes sobre los discos duros tales como características o temperatura.
Si tenéis un sistema Windows (la aplicación funciona en cualquier versión desde Windows XP hasta la última), no tenéis excusa para comprobar la salud de vuestras unidades de disco, incluso si son volúmenes RAID, donde podréis hacer el análisis de superficie.
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